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lunes, 5 de diciembre de 2011

¡COMO EL TURRÓN!

¡Cuantísimo tiempo! Desde marzo que no cuelgo nada. Y ahora, "vuelvo a casa por navidad". Espero que esta vez sea para quedarme y que la vida no me pueda.

Llevo unos meses caóticos. Con la casa en obras, y ya sabéis que es eso; los albañiles son peor que los piojos, dejas que entren en casa y luego, no te los quitas ni con agua caliente.... 
La casa ha sido como un campo de minas, Beirut era el jardín del edén en comparación con lo que hemos, y estamos todavía pasando.
 En fin, que entre las dietas para mantener la figura y los líos "albañilescos", casi me pasé a la comida de "soltero y sin compromiso", mucha plancha y muy poca comida casera. Pero prometo enmendarme, porque además de dedicarme a limpiar los desaguisados de las obras, he hecho algunas otras cosillas: hacer una comida para el Sr Obispo, organizar una comilona para 16 curas párrocos,ya veis me estoy convirtiendo en la cocinera oficial de la diócesis, je,je,je. 
También me ha tocado organizar el "catering" de los distintos eventos literarios que hemos organizado en la librería.
Hasta he sumado un año más a mi edad.
Bueno, todas las cosas que me han ido pasando en estos meses, os las iré desgranando como los prestamos de la caja de ahorros, en "cómodos plazos".
Besos y espero esta vez, venir para quedarme

jueves, 17 de marzo de 2011

VAYA PROBLEMA

Cuando era pequeña, tenia la errónea idea de que las monjas, fueran de la congregación que fueran se dedicaban a cantar, y yo pensaba, "con lo mal que canto, si me hago monja me echan del convento a la primera de cambio", y es que es verdad, como me ponga yo en un coro de monjitas les estropeo los maitines en menos que canta un gallo.
Ed Moravia, 
Con el tiempo se ve que no me he tomado los hábitos, pero desde que descubrí que las monjitas no solo buscan el camino al cielo entonando cantos gregorianos, si no que algunas se dedican a hacer pastelillos, pienso que en esas congregaciones si que encajaría yo mejor, haciendo yemitas de Santa Teresa y otro tipo de delicias monacales, que yo no sé que tienen, no se si será que lo hacen con algún ingrediente especial que les facilita el Altísmo, o las oraciones que recitan entre galleta y galleta, pero el caso es que si alguien cocina para chuparse los dedos en este país, son las monjitas. Que se quiten Arguiñano, Arzak o cualquier otro y que me den una "sor" regorteta con todas sus recetas centenarias.
Esto viene, a que ha caido en mis manos un nuevo libro de cocina de reposteria monacal, y esto se ha convertido en un problema, porque, ya os tengo dicho que tengo una "enfermendad mental" Sí,es como una especie de derivación del síndrome de Diojenes culinario. Cuando cae en mis manos una receta interesante, tengo que probarla ya. No vale esperar al fin de semana que tengo mas tiempo, es igual es jueves, llego reventaba del trabajo y me tengo que enfundar el delantal para ponerme a cocinar. Es igual, es junio y me dieron una receta de turrón, pues a comer turrón en pleno verano, como voy a esperar a navidad para probar si sale. Bueno seguro que me entendéis y que mas de una os ha pasado esto.
Pues imagiaos el problema, no cae una receta en mis manos, no cae un libro como esté lleno de delicias monacales, bueno...., os aconsejo que os acerqueis a vuestra librería mas cercana (nada de centros comerciales o grandes áreas, que hay que ayudar al pequeño comercio) y le echeis un ojo, no os vais a poder resistir a comprarlo, viene cargado de todo tipo de postres fáciles, baratos y riquísssiiiimos

miércoles, 23 de febrero de 2011

ALMEJAS A LA MARINERA

¡Que ricas son nuestras queridas costas Gallegas!. Desde unas majestuosas centollas de la ría hasta el humilde y no por ello menos sabroso mejillón. Todo de lo mas bueno, y de lo mas nutritivo.
Hoy me quedo con las almejas. ¡Se pueden hacer de tantas maneras! Y no sabría decir cual es la mas rica: con fideos, con fabes... Hoy tocan a la marinera


1 kg de almejas
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1/4 l de vino blanco
Perejil picado Laurel
2 cucharadas de pan rallado
Aceite
Sal
Dejar las almejas en agua fría con abundante sal para que suelte la mayor parte de la arena, al menos una hora. (una sola almeja mal lavada, nos puede estropear toda la comida, parece mentira que un bicho tan pequeño pueda tener dentro tanta arena).
Lavar en abundante agua frontándolas con las manos. En este momento si vemos alguna muerta (se sabe que está muerta porque las almejas vivas al manipularlas se quedan cerratidas cerratidas, si esta en "jornada de puertas abiertas" mal asunto), la deshechamos, tambíén si alguna está con una de las valvas rota.
Ponerlas en un recipiente a fuego fuerte con el vino blanco. Tapar medio minuto para que se concentre el vapor y se abran más rápido
Retirar las almejas -si se quiere se les puede quitar una de las conchas- Reservar el caldo.
En una cacerola con un poco de aceite rehogar la cebolla y el ajo finamente picados, cuando está blandita, y un poco dorada, añadir el pan rallado y dorar un poco.
Echar el agua de abrir las almejas, colando por un trapo mojado , para que no caiga nada de arenilla .
Condimentar con cuidado. Si las almejas las hemos tendido en sal durante un rato no necesitarán mas porque al abrirlas con el vino habrán soltado la sal en el caldo.
Podemos dejar así la salsa o pasarla por la batidora para que quede más fina y no se noten las cebollitas (eso es a gusto personal)
Introducir las almejas y dejar cocer despacio unos minutos.
Espolvorear con perejil picado.
La salsa tiene que quedar espesa. Servir caliente. Se puede añadir un poco de guindilla seca si se les quiera dar un tonillo picante.
Cortar mucho, mucho pan, porque la salsa es ta de "toma pan y moja"

miércoles, 19 de enero de 2011

TORTAS TERE

calle del principe hacia 1928
uno de los toldos de la izquierda
"Las Colonias"
Otro recuerdo de mi niñez, es el comprar en la desaparecida pastelería "Las colonias" una torta holandesa  o una milhoja.
"Las colonias" era la pastelería mas famosa de Vigo, y en nuestra familia era tradicional hacer la paradita de rigor siempre que nos acercábamos al centro. Como muchos locales tradicionales despareció hace años y si no me equivoco ahora en su lugar hay una tienda "MANGO". En fin todo lo bueno se pierde. Yo recuerdo que mi madre me compraba una Torta Holandesa. Realmente no se si ese es su nombre real, aunque aquí en Vigo, se las conoce así. Son unas galletas grandes recubiertas de azucar glas o chocolate, y que tienen un intenso sabor a mantequilla y una textura que se desmiga en la boca, casi como los mantecados navideños.

Yo llevaba años detrás de la receta, hasta que un día mi amiga Tere me la proporcionó y con ello me hizo una de las mujeres mas felices del mundo. Son deliciosas y su sabor me transporta a momentos muy entrañables de mi infancia.

INGREDIENTES

300 gr de mantequilla
150 gr de azucar
2 huevos
500 gr de harina
ELABORACIÓN

Mezclar harina y azucar. Incorporar la mantequilla blanda pero no derretida. Mezclar sin amasar. Poner los huevos pero sin trabajar mucho la masa. Dejar reposar en nevera lo menos 10 minutos. Estirar la masa como de 1/2 cm. Cortar con el corta pastas (son grandes, de un diametro de unos 7 cmtrs )  y hornear a fuego suave hasta que esten doradas.
Espolvorear con azucar glass o cubrir con cobertura de chocolate.
Uhmmm, deliciosas!