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lunes, 23 de agosto de 2010

LO BIEN HECHO BIEN PARECE O EL ARTE DE EMPAQUETAR



Cuando nos ponemos trascendentes todos decimos que lo que importa es el interior, que la belleza no es importante, pero en el fondo todos sabemos que en los tiempos que nos ha tocado vivir, la imagen es una parte importantísima y una faceta de nuestra existencia que debemos cuidar.
Pues cuando hacemos un regalo, debemos seguir las mismas pautas, tan importante como el interior, es el exterior del obsequio. Un paquete bien envuelto da valor y prestancia a lo regalado, si bien, si empaquetamos una joya de oro en papel de periódico, el regalo pierde categoría.

Hace aproximadamente un mes acudimos a una boda. Los novios no habían hecho lista de bodas (Ah!! las listas. Ese un tema a tratar otro día). Yo soy "enemiga" de los regalos en metálico. Pero en este caso, cuando los contrayentes ya lleven cohabitando casi 5 años juntos, tienen sus necesidades domésticas cubiertas, por lo que mi marido y yo aunque a regañadientes optamos por el "vil metal", pero como os he dicho la presentación del regalo es importante. Tienen mas valor relativo, 300 euros "adornados" en un bonito paquete, que un sobre de correos con 1000. 
Como el novio es ingeniero de minas, potamos por meter el dinero en una geoda. ¿Que eso? os preguntareis algunos, Pues una geoda es ni mas ni menos que una piedra con una cavidad hueca dentro, en la que se ha ido filtrando una disolución de diferente composición a la de la roca, y va formando cristales, para esto se tienen quedar una serie de condiciones de presión y temperatura, no es tan fácil que se forme. Suelen ser de cuarzo (como las de la foto) pero también la hay de amatista y de un montón de piedras preciosas. Estaréis de acuerdo en que era un detalle que personaliza bastante una cosa tan fría como el dinero.
Ah, pero claro luego surge el problema. Tengo una piedra (redonda), "rellena" de dinero. ¿Y esto como lo empaqueto?. Yo opte por una mezcla de seda y celofán, luego en una simple bolsa de papel de no mas de un euro unos cuantos metros de cinta coordinando los colores, una ramitas de flores secas y volià, un paquete espectacular. Que no os de miedo utilizar colores atrevidos, yo en este caso me decanté por una bolsa negra, parece algo poco apropiado para una boda, pero combinándola  con colores llamativos, el negro pasa de lúgubre a  alegre en un momento.
Os animo a ser atrevidos no os conformeis con el paquete mediocre que os preparan en los grandes almacenes. Echad imaginación los envoltorios y vuestros amigos os lo agradecerán porque ya sabéis lo que se dice "lo que cuenta es la intención", pues un empaquetado personalizado hace que el que recibe el regalo sienta que es algo que fue pensado y creado con cariño y eso hace que la intención sea de las mejores.

1 comentario:

  1. pues si que te quedó lucido el paquete.muy elegante. Nena, tu si que vales....

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